dimanche 29 août 2010

PORFIRIO ENTRE AREQUIPA Y FRANCIA . Una Luz para seguir andando.

Lic. Marcos M. Vilca Jiménez / Doc. ISPA

Por motivo del aniversario de nuestra bella Ciudad Blanca, intelectuales arequipeños, que radican en otros países del mundo, regresan a su añorado terruño aprendiendo que a lo lejos se la quieren más. Sus calles, costumbres, gastronomía, festividades, su naturaleza, flora y fauna y, fundamentalmente, su gente son elementos que se han quedado y para poder recuperarla y respirarla se debe retornar.
Porfirio Mamani Macedo (Arequipa, 1963) es un escritor destacado que ha sabido labrar su arte poético entre Arequipa y Francia, donde ejerce la docencia en la Universidad Sorbonne Nouvelle-Paris III y en la Universidad de Picadie Jules Verne sin dejar de lado el aliento literario que lo acerca a su ciudad y el mundo en que vive. En este mes tuvimos el gusto de tenerlo cerca y conversar con él a propósito de su reciente publicación “La luz del camino”.

UNA NUEVA FACETA
Es posible que para muchos haya sido una sorpresa la reciente publicación de Porfirio cuyo tema nos acerca a la poesía mística, un acercamiento a Dios a través de versos de profundidad reflexiva elaborados a manera de salmos, siguiendo los ritmos en que estos fueron elaborados; nos cuenta el poeta que tuvo un acercamiento estrecho con la Biblia atreviéndose a leerla casi tres veces completamente demostrando el espíritu conservador religioso arequipeño que aún prevalece.

GÉNESIS DE “LA LUZ DEL CAMINO”
La exaltación de este espíritu retornó cuando el poeta se enteró de los fatales incidentes en Bagua con lamentables víctimas, este suceso removió su alma poética y escribió el poema “Oro negro”. Posteriormente, este aliento se mantuvo y, sorpresivamente tuvo cuatro sueños que sucumbieron en la escritura del libro “La luz del camino”. En su primer sueño miró a Jesucristo tendido, llamándole la atención aquel rostro desencajado por el sufrimiento. En el segundo sueño miró la Catedral derruida por la humedad que, como cáncer, la estaba matando donde la función de Porfirio era reconstruirla. Su tercer sueño está envuelto con recuerdos nostálgicos cuando era estudiante universitario y Porfirio estaba acostumbrado a verse rodeado de amigos con quienes dialogaba de literatura con suma pasión, en este sueño aparecieron aquellos rostros en similar encuentro pero el centro no era él sino la cruz de Jesús, con el detalle que estaba quebrada. El cuarto sueño el poeta prefiere conservarla en su memoria, pero estaba relacionada con el fin de darle forma a esta nueva publicación, en la búsqueda del lenguaje que le ayudaría a encontrar la luz en el camino.

LA CRÍTICA NOS DICE
Camilo Fernández Cozman ha manifestado que “La poesía religiosa tiene en San Juan de la Cruz y Santa Teresa a dos de sus más ilustres antecedentes. Porfirio Mamani se sitúa en esa tradición convirtiendo a la palabra poética en un instrumento de reflexión sobre la fe. ‘La luz del camino’ manifiesta un universo metafórico a través del descubrimiento de rasgos del creador en la naturaleza: la senda llena de silencio, la vida como un árbol, el río a lo lejos y la llegada imponente del canto. En ese ámbito se abre la posibilidad de renacimiento: la metáfora del peregrinaje impone su reinado”.

EL ACERCAMIENTO DIVINO
“Leí la Biblia con mucho fervor entre los 17 y 18, cuando estuve en Lima, fueron años difíciles social y económicamente; trataba de comprender las diferencias entre el bien y el mal, de los libros que comprende me gustaban los Salmos, pero no los he considerado para escribir este ‘La luz…’, allí considero el estribillo como un aspecto innovador, además, siempre tengo mi Quevedo al lado por el buen uso del lenguaje” manifiesta Porfirio.


El llamado
(fragmento)
Alguien toca tu puerta para entrar.

Un ruido turbulento y suave,
Distrae tus desorientados ojos,
Otro ruido de luces infernales,
Te arrastra con deleite a su morada

Alguien toca tu puerta para entrar.

Aférrate al silencio del árbol y la roca,
A las luz de las estrellas, del sol y de la luna.
Busca en silencio lo que eres,
No la apariencia que pretendes reflejar.

enlace: http://www.diarionoticias.com.pe/cultural.html

Camilo Fernández Cozman ha manifestado:

“La poesía religiosa tiene en San Juan de la Cruz y Santa Teresa a dos de sus más ilustres antecedentes. Porfirio Mamani se sitúa en esa tradición convirtiendo a la palabra poética en un instrumento de reflexión sobre la fe. ‘La luz del camino’ manifiesta un universo metafórico a través del descubrimiento de rasgos del creador en la naturaleza: la senda llena de silencio, la vida como un árbol, el río a lo lejos y la llegada imponente del canto. En ese ámbito se abre la posibilidad de renacimiento: la metáfora del peregrinaje impone su reinado”.